Hace un tiempo vi una imitación que hacía Kramer a Enríquez-Ominami. Pensé que era una caritcatura excesiva del diputado. Era imposible que hablara así de ráido, que no se le entendiera nada, pero NADA y que al final de cada frase, invitara a votar por él. Bueno, hoy lo comprobé. Y si yo hablo rápido y mi dicción no es mi mejor cualidad, él me superó.
seguir lo que dice es todo un reto. Aunque debo decir que el ritmo tiene cierta gracia. No me adhiero a su posición política, pero no niego que es todo un personaje y que varias de sus comentarios son bastante atinados.
Pero fue hoy su llamado a votar por él, frente a más de 100 alumnos de periodismo, lo que innevitablemente me llevó a la imagen de Kramer, con su peluca, sus gestos, terno y corbata negra. Y por supuesto, su particular ritmo al hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario